Dentro de la cultura popular se nos ha inculcado que cada quien debe de ser responsable de nuestros actos, y esto es cierto, de manera general, sin embargo, como toda regla, tiene sus excepciones y una de ellas es la responsabilidad civil que se origina por los actos u omisiones de los colaboradores de una empresa.
En este sentido, cualquier perjuicio que causen los colaboradores en el ejercicio de sus funciones, ya sea de manera intencionada o no intencionada, el patrón deberá de responder del menoscabo económico, lo anterior en función de que se considera que es la empresa, mas no el trabajador, quien está ocasionando el daño.
Así pues, el patrón deberá de cubrir al cliente, proveedor o incluso cualquier otra persona que se vea afectada por las acciones de los colaboradores, sin embargo, en algunos casos, se puede solicitar a su vez, por parte de la empresa al colaborador, que realice la compensación correspondiente a la empresa.
Bajo esta perspectiva es importante considerar cuales son las acciones que al interior de la empresa se pueden ejercer por las acciones de los colaboradores, ya que la naturaleza del acto, el dolo o culpa en el mismo, y muchas otras variantes, pueden considerar el futuro del colaborador.
La principal consecuencia a estos actos normalmente termina siendo el despido justificado, sin embargo se pueden prever muchos supuestos que permitan continuar con la relación laboral, para lo cual recomendamos contemplar los supuestos dentro del reglamento interno de trabajo.
También existe la posibilidad de contratar seguros para contemplar este supuesto y que la afectación económica sea mucho menor para la empresa, recomendamos contemplar la posibilidad para este rubro, ya que estos seguros son mas económicos de lo que creemos.
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