Todo producto requiere una forma de identificarlo para distinguirlo de su competencia, esto se logra por medio de una marca, la cual puede constituir una palabra, un diseño, un logo o incluso formas tridimensionales, al final del cuentas son signos distintivos que nos permiten ser identificados por los clientes.
Desgraciadamente en la práctica comercial se presentan muchos casos en que se desarrolla y publicita una marca y al convertirse en un éxito se dan cuenta que la marca no es registrable por diversos motivos, desde que ya existe una marca idéntica o similar o que por restricciones no es registrable como fue concebida.
Adicionalmente encontramos a la competencia desleal que está esperando identificar un caso de éxito para copiarlo aprovechando que no existe formalidad en el registro de los derechos de marca.
Al registrar una marca estás asegurando los derechos patrimoniales sobre la misma, es decir que únicamente el propietario de los derechos de la marca podrá explotarlos económicamente y a su vez, que ninguna persona podrá usar la marca sin autorización expresa del titular de los derechos.
También podrás realizar actos jurídicos respecto de tu marca, pues al tener tu registro puedes otorgar permisos de uso, ceder derechos, etc. convirtiendo tu marca en uno de los activos más valiosos de tu empresa.
No dejes que otros se aprovechen de tu esfuerzo y constancia para lograr que tu marca sea reconocida, el procedimiento de registro de marca es muy sencillo y se realiza ante el IMPI (Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial), puedes acudir a solicitar información directamente con ellos, en su sitio de internet, o contratar asesoría para obtener el registro de tu marca.
Visita www.nante.mx y solicita una asesoría especializada.
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